Velero hasta 60 pax

en 1968 en el pueblo de Bocachica, en la isla Tierrabomba… La fase inicial, el casco, fue construido por los carpinteros Guillermo Silva, Manuel Roca, Carmelo León, Antonio Cuadrado y Manuel Viaña. El diseño del barco y la dirección de su construcción fueron responsabilidad del Arquitecto y navegante Rafael Obregón.
Después de 3 años, la obra viva, el Barco fue votada al mar Caribe y fue llevada al Club de Pesca para la realización de sus trabajos de terminado, instalación de los mástiles y jarcia.
La señora Loly de Echavarría fué la diseñadora de cubierta y de los interiores. Los calados de los closets, las lámparas y los cajones realizados en madera de Abarco, Mangle Rojo y Teca.
Finalmente, en el año 1973 el Barco inició sus viajes alrededor del Mar Caribe, el Océano Atlántico y Pacífico.

Es una obra de arte hecha en madera con una espaciosa cubierta de teka, característica de los barcos del mediterráneo. La popa del barco está protegida por sombra, lo que permite a los visitantes disfrutar de los viajes sin recibir el sol directamente.'

Está equipada con un motor Diesel de 238 HP que la impulsa hasta los 10 nudos de velocidad. Un generador de 15 KVA proporciona el confort a los huéspedes mediante aire acondicionado en las cabinas, neveras y desalinizadora. Enarbola la bandera de la administración colombiana que la certifica para navegación de altura.

El barco está provisto de una cubierta amplia en la cual se pueden acomodar 60 personas para viajes cortos alrededor de la Bahía de Cartagena. Para viajes más largos, de más de un día, el Barco puede alojar cómodamente a 6 personas, en 3 hermosos y confortables camarotes con aire acondicionado y hasta 4 en el salón principal.
La experiencia de navegar a través de las islas, el sentir la brisa marina, la oportunidad de nadar en las aguas claras, cristalinas y compartir un espectacular atardecer, que hacen de estos viajes una experiencia única.
La posibilidad de sumergirse durante la noche en las mágicas lagunas de manglar que con su bioluminiscencia brindan una sensación surrealista inigualable.